¡Con estos 3 puntos, podrás proteger tu corazón de una falla cardiaca!

By Mitzi Salgado

Editado por Karla Aguerrebere.

Siempre hemos escuchado que la obesidad es un problema de salud severo, pero ¿cuántos de nosotros pensamos que eso es una exageración? Porque, la verdad, somos muchos gorditos en el mundo.

En nuestra cultura latina, siempre nos molestan por estar muy gordos o muy flacos, el cuento es que nunca tenemos a nuestra familia contenta. Y, para ser sincera, también vivimos en una cultura donde la faja rifa y Herbalife se ha convertido en una compañía multimillonaria gracias a nosotros, los latinos.

Entonces, dado a cómo vemos el peso en nuestra cultura, se nos complica imaginar qué tipo de obesidad es más dañina para la salud. Y, en el caso de muchos, no tenemos claro cómo nuestra alimentación afecta a nuestro metabolismo. Precisamente, de todo esto y más platiqué con la Dra. Sonia Ponce, cardióloga y médica gerente de la Clínica de Cardiología Comunitaria en la ciudad de Chula Vista, California.

Nosotros los latinos, tenemos la idea de que la población más obesa de los Estados Unidos son los gringos, pero de acuerdo al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), un estudio del 2019 mostró que nosotros tomamos el segundo lugar de obesidad a nivel nacional, después de los afroamericanos.

El 60% de todos los latinos en los Estados Unidos tienen sobrepeso o están obesos.

Una de las cosas que más me impactó de nuestra plática fue que los latinos somos más propensos a tener enfermedades cardiovasculares mucho más jóvenes que otras razas y etnias. Dice la Dra. Ponce que, a lo largo de su carrera médica, le ha tocado tener pacientes de 30 años con ataques cardíacos y enfermedades cardiovasculares severas y que la mayoría de estos jóvenes han sido latinos.

Hay varios problemas severos que son a causa de la obesidad y sobrepeso, pero en este artículo, solo vamos hablar un poco de la falla cardiaca que les suele dar más comúnmente a las mujeres:

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Fuente: https://bit.ly/3CPpNlk
Checa esta calculadora de Índice de Masa Corporal del CDC, donde puedes descubrir si estás dentro de los parámetros normales de peso o tienes obesidad.

“La capacidad del corazón para bombear está reducida o limitada. Esto es una falla cardiaca, el corazón no está funcionando bien.”

De ser así,” me cuenta la Dra. Ponce:

“Este tipo de falla cardiaca no tiene tratamiento. Puedo frenarlo, pero no ha habido un tratamiento que trate efectivamente este problema.

La falla cardiaca es una pesadilla para todo cardiólogo, y el número de esta condición está creciendo precisamente por la obesidad (y falta de alimentación apropiada).”

Entonces, la primera pregunta que le hice a la Dra. Ponce fue: ¿cómo sabes si tienes obesidad? Ella dice que hay varios tipos de obesidad, y que no todos son malos. La obesidad se determina usando el Índice de Masa Corporal (IMC). Se calcula una proporción entre tu peso y tu estatura, y si tienes un Índice de Masa Corporal arriba de 30, quiere decir que tienes obesidad.

Toma en cuenta que hay muchas personas que naturalmente son más robustas y el simple hecho de estar llenito no quiere decir que automáticamente vayas a tener problemas en el corazón o un metabolismo lento.

La Dra. Ponce dice que la obesidad que nos debe de preocupar es la que está relacionada con el metabolismo.

Es decir, si el colesterol y los niveles de azúcar están altos y el cuerpo se encuentra inflamado debido a la dieta que llevamos, el metabolismo no está funcionando correctamente. Por lo tanto, tu sobrepeso está dañando uno de los órganos más importante de tu cuerpo, el corazón.

Empieza por ser honesta contigo misma y a hacerte la siguiente pregunta: “¿Como sano?” Lo que, a su vez, nos lleva a otra pregunta: ¿cómo sabes si lo que comes es verdaderamente sano?

“Lo que ha sucedido a través de los años”, dice la Dra. Ponce, “es que nuestro consumo de comidas saludables ha cambiado muchísimo. Ahora tenemos acceso a comidas que han sido extremadamente procesadas. Eso ha cambiado nuestro metabolismo y nos aumenta el riesgo de desarrollar obesidad dañina. La mayoría de nuestras comidas procesadas llevan un ingrediente llamado jarabe de maíz (corn syrup)”, que es extremadamente nocivo y dañino para nuestro corazón, y para nuestro cuerpo.

“En nuestra clínica intentamos asegurarnos de que las personas entiendan todo esto. Ahorita estoy tratando a pacientes que vienen con hipertensión y con diabetes a más no poder, y me dicen ‘pero, doctora, le juro que estoy comiendo bien’. Hay que ver qué están comiendo. Y [me doy cuenta de que] estos productos, supuestamente `sanos ́, le están haciendo creer a la pobre persona que está comiendo bien, aunque no sea cierto.”

Por ejemplo, muchos productos que comemos que dicen ser saludables llevan azúcar añadido (como este jarabe de maíz) en la mayoría de los aderezos y yogures. Entonces, digamos que decides comer sano y te haces una ensalada de verduras. Eso sería completamente sano, ¿verdad?

Pero, si la ahogas en aderezo comercial con 18% de azúcar añadido y grasa, esta ensalada ya no es buena para ti. Parte de la solución es comprar comidas menos procesadas, ese es el primer paso. Pero nosotros los latinos también lidiamos con un problema mucho más grande, que es que muchos de nosotros vivimos en algo llamado “desiertos alimenticios” (en inglés se llaman, “food deserts”).

¿Qué es un desierto alimenticio?

Los desiertos alimenticios son aquellas zonas de las ciudades que están saturadas de restaurantes de comida rápida pero, al mismo tiempo, están lejísimos de un mercado de comida saludable. Se considera que un mercado de comida saludable es un lugar que vende una gran variedad de ingredientes frescos y orgánicos, y ofrece variedad de productos procesados libre de azúcar añadido y conservantes artificiales a un precio razonable. En el condado de San Diego, se considera que las áreas con desiertos alimenticios más vastos son San Ysidro, el oeste de Chula Vista (por la autopista 5), National City, el área de Euclid, entre otros.

La Dra. Ponce expresa que “La base del problema es que no tenemos acceso a productos naturales que no estén procesados.” Platicamos que en el Wholefoods más cercano (que no es barato) a nosotros está a más de 8 millas de Chula Vista, y los que viven por la autopista 5 de Chula Vista y en San Ysidro tienen solo 1 o 2 opciones de mercados que ofrecen una gran variedad de productos de este tipo. Los otros mercados más accesibles están sobresaturados de productos procesados y sin variedad de ingredientes frescos o libres de conservadores artificiales.

Acude a un centro de rehabilitación cardiaco donde practiques ejercicios de acuerdo a tu nivel de capacidad, especialmente después de haber sido diagnosticado con alguna condición cardiovascular.

Ahora que conoces las limitaciones sobre la falta de acceso a comidas sanas puedes tomar mejores decisiones alimenticias desde el momento que pones pie en el mercado al que vayas. Entonces, la pregunta clave es, ¿qué más podemos hacer para nuestra salud?

  1. Ve a la cocina y junta todo lo que venga empaquetado, especialmente los productos que tengan azúcar añadido, grasas saturadas o altos niveles de colesterol y tira toda esa comida empaquetada a la basura.
  1. Cocina comida fresca. Si no le lavaste la tierra, la picaste y cocinaste, no es buena. Lo que te comas tiene que estar fresco y cocinado con ingredientes naturales.
  1. Haz alguna actividad física a diario. Recomendamos que camines a tu paso hasta llegar a caminar 30 minutos a diario y sigue la regla de 15 y 30. Los primeros 15 minutos de actividad física son para el corazón emocional, y los 30 minutos de ejercicio son para el corazón físico (como hacer algo que te haga sudar y agilice tu pulso cardiaco).

Tienes derecho como paciente de pedirle a tu cardiólogo que te arme un plan de actividad física especial para ti. Si no tienes acceso a tal centro de rehabilitación y estás en San Diego, busca la Clínica Comunitaria de Cardiología en Chula Vista, California, para ver cómo puedes ser paciente de la Dra. Ponce y así te arme un plan de actividad especializado para ti. Recuerda que cuidar tu alimentación de comidas procesadas te puede salvar la vida porque, como ves, una vez que falla el motor, ya no lo puedes reemplazar. ¡Así que cuídalo y no dejes de hacerlo ronronear!

Conoce a La Dra. Sonia G. Ponce


Ella recibió su título por la Escuela de Medicina en la Universidad de Utah. Continuó su residencia de medicina interna en la Universidad de Nuevo México, donde recibió una beca para hacer su especialidad en enfermedades car- diovasculares. Terminó sus estudios de investigación cardiovascular en la Universidad de California, San Diego. Ahora, es profesora de medicina familiar y de salud pública en la Universidad de California en San Diego. También, hace consultas en el Scripps Mercy de Chula Vista y de San Diego.